viernes, 11 de abril de 2008

Una retrospectiva de Valérie Belin

En la ciudad de París, hasta el 8 de junio, estará exponiéndose, en la Casa europea de la fotografía (MEP), una retrospectiva que recoge 10 años de trabajo de la fotógrafa francesa Valérie Belin. Su trabajo siempre está realizado en grandes formatos, en blanco y negro, y en los que persiste un incesante cambio de códigos de las realidades de los sujetos en objetos y viceversa. Sus retratos a humanos remiten a robots a maniquíes y sus retratos a maniquíes se humanizan a pesar de la frialdad de sus rostros. La crítica del diario francés Le Monde, Claire Guillot afirma que Belin cultiva desde sus principios su obsesión por la identidad, el cuerpo y el artificio. “Todo es declinado bajo la forma de series, de tamaño espectacular” y, que a su vez, cultiva la distancia -a pesar de la precisión quirúrgica de sus retratos- ya que desea alejarse de la psicología de sus personajes y se posa sobre la superficie. La vacuidad de esa misma imagen supone el vacío, la representación, el ser y parecer… la artista fotografía un rostro tanto como un empaque de patatas fritas, robots, motores, muñecas o espejos. He escogido para mostrar la serie en la que se retratan a novias marroquíes. Lo barroco y elaborado de sus trajes y accesorios dejan ver apenas el rostro de ellas, una suerte de asfixia ronda estos retratos de gran belleza, en la que la limpieza de las líneas contrasta con el excesivo ornamento.

Imágenes: ©Valérie Belin

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