lunes, 31 de marzo de 2008

Bitácora culinaria: Un oficio tentador

Desde hace algunos años, sentí admiración y envidia por el oficio de los críticos culinarios. Ante la democratización de ejercerlo, desde esta modesta palestra, no resistí la tentación. Siempre uno comenta estas cosas con los amigos, y si uno le ha gustado, un restaurante, luego uno les dice: te envío luego los datos y la dirección; pero frecuentemente no pasa nada... incluso a mí se me olvidan los nombres.
He creado un nuevo blog: Bitácora culinaria, como una bitácora gastronómica, y como tal, muy personal, de todos aquellos lugares en los que he comido y en los que se pueda tomar un café o una copa.
Tendrá secciones fijas por los países en los que he vivido y frecuento: Venezuela, España, Alemania. Espero os guste y pueda servir algún día de guía.
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sábado, 29 de marzo de 2008

Simpatía por 'la' Diablo

«Mis amigas y yo éramos como Juno. Hablábamos de sexo sin parar» Diablo Cody

La guionista del largometraje Juno (2007), Diablo Cody, ha saltado a la fama sorpresivamente. Podríamos resumir su retrato, partiendo de que el espíritu inconformista de esta chica, de origen tradicional, proveniente de una familia católica de Chicago, que egresó de la universidad de Iowa, y que tenía un marido y un trabajo, como muchas, un día se hartó de los horarios y ropa adecuada para la oficina, y se inscribió en un concurso de stripper. Dicen que no ganó, pero para ella fue un descubrimiento. Respaldada por su ahora ex marido, decidió convertirse entonces en stripper profesional. “Fue liberador, una forma de canalizar mi rebeldía. Nunca me llevé bien con los trabajos de 9 a 17 y camisa blanca. Había caído en un espiral descendente en mi carrera cuando estaba en una edad en la que se suponía que debía avanzar”, confiesa. Cercana a los 30, descubrió que tampoco tenía alma de stripper, reflejándo-se en lo poco que ganaba en comparación a sus colegas. No, definitivamente no es la típica gatita sumisa que tanto atrae al tipo de hombres que frecuentan esos clubes. Dejó entonces la vida nocturna y empezó a colaborar en algunas revistas. Ante tal sazón de anécdotas alrededor de Cody, se tejen ya mitos y verdades. Se afirma que Juno ha sido posible gracias al productor Mason Novick, que, mientras navegaba por internet, en busca de porno, descubrió un blog: Pussy Ranch, escrito bajo el pseudónimo Diablo Cody, quien relataba sus experiencias de stripper. A él le encantó su estilo humorístico y su naturaleza singularmente femenina, y no sólo decidió llevar la historia al cine, alentándola a que escribiera el guión, sino que también le ayudó a conseguir un editor para publicar Candy Girl, un libro en el que recogía sus picantes aventuras en el negocio de los clubes de stripper. En 2007, la guionista estuvo en España, presentando Juno en el Festival de cine de Gijón, y declaró a la prensa: "Ha llegado la hora de escribir guiones de mujeres que plantean historias de mujeres. Siento que éste es un paso nuevo en la cinematografía norteamericana. En estos momentos, hay demasiados hombres escribiendo acerca de los hombres". En febrero de 2008 Diablo Cody se hizo merecedora, de nada más y nada menos que del Oscar al mejor guión. Toda una sorpresa, debido al escaso número de mujeres guionistas nominadas a los Oscar, como también lo fuera que una novata se llevara tal premio. Recordemos que solo Sofía Coppola, en 2004, fue la primera mujer estadounidense en tener tres nominaciones al Oscar: mejor película, mejor producción y mejor guión por la película Lost in Translation, llevándose la estatuilla al mejor guión. La articulista y autora de prestigiosos manuales de guión, Cherry Potter, escribió un interesante artículo para The Guardian, titulado: El Oscar se olvida de ellas, en el que apunta: Desde 1927, año en que empezaron a otorgarse los premios de la Academia, ninguna mujer ganó nunca el Oscar a la mejor dirección. Sólo dos mujeres estuvieron nominadas en esa categoría: la neozelandesa Jane Campion, por El Piano (1993), y la italiana Lina Wertmüller, por Pascualino siete bellezas (1976). En la categoría de mejor producción se impusieron tres mujeres, pero sólo como integrantes de un equipo. Wendy Finerman produjo Forrest Gump (1994) con dos hombres, y tanto Conduciendo a Miss Daisy (1989) como El golpe (1973) fueron producidas por equipos de marido y mujer. Potter afirma que en la categoría guionista, las mujeres lo tienen mejor, ya que hasta la fecha seis mujeres lo han ganado: Jane Campion, por El Piano, y Callie Khouri (1991), por Thelma y Louise, sumándoseles a ellas dos equipos de marido y mujer por Testigo accidental (1985) y El séptimo velo (1946). Marjorie Lawrence, colaboró con el guión ganador de 1945, el de Melodía interrumpida. Cody se suma a esta corta numeración de premios, pero ciertamente alentadora. Foto del New York Times Pero, aunque a veces, algunas guionistas han hecho concesiones para entrar en el negocio, emulando la mirada masculina, resulta interesante que Cody no se sume a la postura convencional y comercial, aquella que no profundiza en los problemas, visiones e intereses de las mujeres, para abrirse paso en Hollywood. Juno, dirigida por Jason Ritman, trata de una adolescente embarazada que decide no abortar y entregar su hijo a una familia de la alta clase americana. Aunque tiene todos los visos para un culebrón lacrimógeno, Cody lo convierte en un verdadero antidrama, gracias al fino humor que le imprime. Sus personajes son entrañables, en especial: Juno (fresca y convincente Ellen Page), con una fuerza potente, su vecino (estupendísimo Michael Cera), casi tonta y hermosamente enamorado de ella, la luchadora madrastra (Allison Janney)... todos ellos permiten conectar con lo verdaderamente humano. Por otro lado, su guión también nos regala una excelente historia juvenil, ante lo cual afirma: “Los jóvenes están infrarrepresentados en el cine, y yo creo que en mis guiones se cubre un hueco, al ofrecer una imagen más real de lo que verdaderamente viven y son». En su antidrama queda también reflejada las diferencias de clases en los Estados Unidos, que la mayoría de su cine no suele mostrar. "En los EE UU esa división es muy grande. En el filme he contrapuesto a la clase trabajadora, sobre la que se depositan las esperanzas y la solidaridad, y la clase burguesa, expresada de un modo más frío y aséptico", ha descrito Cody. Aunque pretendan equipararla con Pequeña Miss Sunshine (2006), creo que le supera en sinceridad y se aleja de las trampas pretenciosas de un cine que catalogan como indie.

Los premios la han catapultado, y ella sigue trabajando ante esta puerta gigantesca que se le acada de abrir. Ya ha vendido varios guiones cinematográficos y está trabajando en The United States of Tara, comedia sobre una mujer con personalidad múltiple, basada en una idea del gran Steven Spielberg.

Protestando en la reciente de la huelga de guionistas.
Les dejo un enlace en el cual aparece en una entrevista-trailer: http://www.youtube.com/watch?v=WqyQqE9Rff4&feature=related Fotos de los Oscar: ©WireImage.com

viernes, 28 de marzo de 2008

El calendario marca el equinoccio

El calendario marca el equinoccio: flores, verdes, cielo azul pero el invierno acá le gana el pulso y nieva incesantemente hermoso y frío tedio estoy conmigo ahora con vosotros nada echo de menos por hermoso que sea ni la infancia entre los hermanos ni la sufrida y reveladora juventud el color de la tierra de donde vengo está todo acá contenido en la memoria que se despierta al morder una fruta al escuchar un acento en el sol que nunca sale sed pacientes aguardad todo ello, pide el invierno y la certeza, en la certeza de que todo pasa.
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miércoles, 26 de marzo de 2008

Espejos de la Memoria: 2- Rafaela Baroni

(Para verlas en mayor tamaño, pincha en las imágenes)

Muchas son las artistas que pueden formar parte de mi serie Espejos de la memoria, basada en autorretratos de mujeres artistas y escritoras. Hace un par de días, vi una película en la que alguien sufría un ataque de catalepsia, entonces recordé, inmediatamente, a Rafaela Baroni, venezolana, de Trujillo (La Mesa de Esnujaque, Andes venezolanos), artista popular o naif, que realiza, en su mayoría, tallas en madera y que tiene más de 30 años de trayectoria.

Toda la vida ha vivido en su pueblo, del cual ha salido solo una vez para ser internada en un psiquiátrico. Recuerdo que la vi por primera vez en un programa de televisión, cuando era yo adolescente. Decía, el periodista, que Rafaela había sufrido un par de ataques de catalepsia y que había sido velada en esas dos ocasiones. Es de esperarse, que su relación con la muerte, sea cercana. Como toda una performancista de vanguardia, la artista escenifica su muerte cada Viernes Santo, acostándose en una urna que ella misma ha creado. Lleva el cabello largísimo, es delgada y posee una mirada potente.
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Baroni afirma que comienza a dedicarse a la talla luego de que perdiera la vista dos veces, a causa de una crisis nerviosa. La Virgen, su curadora, quien se le aparece en esos sueños, la visita una vez más y le pide que haga tallas que la represente, para propagar la fe mariana. Es así como se inicia como artista y, con esa misma relación con lo divino, vive el día a día.

El escritor argentino Sergio Chejfec, quien viviera en Venezuela unos 10 años, ha publicado una novela, titulada: Baroni: Un viaje (Alfaguara, 2007) en la que ella se convierte en eje de un viaje hacia parte del imaginario venezolano, viaje que realiza a través de una de una sus artistas populares más destacadas. Chejfec anota en su blog: Baroni es un personaje importante en la cultura venezolana de estas décadas, en gran medida porque actualiza y trastorna un mito perenne, el del artista autoconstituido, a través de cuya obra se produce una negociación de significados entre el mundo rural y el mundo así llamado moderno.

Sus vírgenes y arcángeles son representación de ella misma, delgada, pelo largo negrísimo, pero también posee piezas en las que se autorretrata abiertamente, como la talla de La Mujer crucificada, que tanto impresionó a Chejfec en su viaje hacia Baroni y que él prefiere llamarla: La Mujer en la cruz. Ciertamente, la mujer, aunque atada a una cruz, no lleva los signos terribles de una crucifixión y, ahí está ella, con un hermoso vestido rosa que deja ver parte de sus piernas, maquillada coquetamente, y un loro, detrás que la acompaña.

Más allá de la fuerza que encierran estos artistas, que hacen de su vida parte de su creación, como Frida Kahlo, Baroni imprime en sus tallas esa misma fuerza, sin olvidar la armonía en la composición, que abarca desde los colores hasta los finos detalles con los que culmina sus tallas, vírgenes y ángeles, con uñas pintadas de rojo al igual que los labios, pero no por ello menos místicas, ya que el rictus en sus rostros expresan cierta solemnidad y bondad según el caso.

Rafaela aún vive en Betijoque y teje sorprendentes amuletos sin agujas, pinta, organiza fiestas tradicionales, imparte talleres dentro de su comunidad y ha hecho de su casa un museo que lleva por nombre: el Museo del Espejo.


*La ciudad donde vive la artista ha sido corregida, posteriormente.

Un link de un texto autobiográfico de Baroni

martes, 25 de marzo de 2008

El útero que nos contiene

Piscóloga, fotógrafa, cantante ocasional, poeta y una altruista en ejercicio, así podríamos describir, a grosso modo, a Beatriz Rojas. Ha sido curiosa la relación que hemos establecido. Fue terapista de gente cercana a mí y luego nos conocimos dentro del entorno de artistas de la ciudad de Maracay, lugar en el que ella continúa residiendo. Un día, Beatriz se inscribió en uno de mis talleres de literatura, y aunque no eran talleres de creación, pude conocer sus poemas, breves, delicados e irónicos a ratos. Más adelante, le rogué que rompiera con la ortodoxia y que me recibiera en su consulta. Su generosidad y profesionalidad aún las agradezco, y cabe señalar que es una de esas profesionales, que corren el "riesgo" de que sus ex-pacientes formemos algún día un club de fans. En aquel entonces, ella formaba parte de un grupo de fotografía, y se le consideraba aún una amateur. En algún momento estuvimos, no sé porqué extraña, pero maravillosa razón, bajo el ala enérgica del poeta y artista Juan Calzadilla, el cual hizo posible, entre otras cosas, que nos reuniéramos en una lectura de poesía, junto con otra amiga cercana, Milagros Cortez, en la mágica ciudad de Coro. De eso, ha pasado algún tiempo y, Beatriz se ha abierto un camino sostenido en el mundo de la fotografía, entrando en Bienales y Salones de arte en Venezuela. No es un trabajo fotográfico común. Desde el inicio experimentó sin remilgos con lo abstracto, como también fue clara, su búsqueda de lo femenino en muchos de sus trabajos fotográficos: Néctar de manzana (que prometo entregárselos luego), Las mujeres del (parque) Henry Pittier, y éste último, que es un trabajo acerca de los úteros. Los objetos entonces son un escenario onírico, cargado de expresión, uno cree reconocer lo que está viendo, pero no hay certezas. Sus imágenes son sugestión y búsqueda que invitan a ver más allá de lo que nuestros ojos acostumbran. Celebro su siempre lúdica visión, no hay solemnidad, lo que no hace su trabajo menos profundo. Además, valoro su rítmico sentido de la composición y del color. No dejo de interrogarme de dónde nacen estas imágenes, cómo se le ocurre que un objeto sirva para construir estos escenarios oníricos. Igual le sirven un mantel, una lámpara, una ranita de porcelana, todo ello cobra un significado distinto a través de su lente. Es imposible no sentir, al ver estas fotos que me envía, un estado líquido, cerrado y silencioso. Es todo lo contrario de un discurso a voces, es un secreto, prometiendo ser una verdadera revelación. .

lunes, 24 de marzo de 2008

Eros a través de la mujer: 'Red Road' hot

A mediados del año pasado, se estrenó en Madrid Red Road (2006), película del Reino Unido, escrita y dirigida por Andrea Arnold. Su protagonista, Jackie (Kate Dickie) trabaja en el ayuntamiento de Glasgow, observando las imágenes de las cámaras de vigilancia ubicadas por casi toda la ciudad. Red Road fue nominada a 18 prestigiosos premios y ganó 8, entre los que se encuentran La Palma de Oro y el Premio del Jurado (2006), en el Cannes Film Festival, los BAFTA Awards (2007) y BAFTA Awards, Scotland (2006).
Mi intención no es hacer una crítica de toda la película y, cito la opinión, con la que concuerdo, de Javier Ocaña (El País), en la que afirma que: "A pesar de sus insuficiencias y una resolución que quizá resulte difícil de tragar, revela a una cineasta excepcionalmente dotada para la exploración del desamparo urbano".
Antes de abordar el asombroso erotismo de una escena de Red Road, quiero destacar algunos puntos interesantes, facilitados por la productora: Red Road es la primera película producida en el marco de Advance Party -idea del polémico director Lars Von Trier, un concepto en el que tres realizadores escriben un guión cada uno basado en el mismo grupo de personajes. Las películas transcurren en Escocia, pero aparte de esto, los cineastas pueden decidir en qué punto geográfico viven los personajes, cuál es su puesto en la sociedad y de dónde proceden. Se puede desarrollar su pasado, incluso crear relaciones de parentesco entre ellos, pueden tener buenas o malas costumbres, y también es posible añadir personajes secundarios. Los personajes principales deben aparecer en las tres películas. La película despertó en mí esa interrogante, de las diferencias femeninas y masculinas a la hora de tratar el erotismo. No miento al confesar que tragué gordo al ver la escena de sexo y, que al día siguiente, tuve sueños de una carga erótica tremenda, como hacía mucho que no los tenía.
La directora se pasea con elegancia, entre esa línea delgadísima que supone lo rudo, lo prohibido o a veces grotesco, dejando de lado la maniquea delicadeza romática, recurrentes en las escenas de sexo, como el tópico acercamiento a unas manos que se entrelazan... no digo más, todos la hemos visto en cientos de filmes.

Me viene entonces esas ganas (quizá muy gratuitas) de afirmar que sólo una mujer pudo haber sido capaz de realizar una escena como ésta. La mirada cinematrográfica, desde una perspectiva de género, siempre ha sido polémica. Y aunque la opinión de una sola mujer no cuente para tal afirmación, ciertamente enciende mi curiosidad. Me pareció también curioso, a manera de constraste, encontrar a un crítico calificarla como una "perturbadora escena de sexo explícito".

Arnold, en líneas generales, se muestra sin miedos y, aunque en el guión, probablemente, se deje vencer por un sesgo moralista, se perfila como una narradora de altura, una creadora de atmósferas intensas: como la persistencia de lo nocturno, subrayando la soledad y desamparo de sus personajes-ciudadanos. Evita el esteticismo, entregándonos la belleza en su justa medida, contenida en todos sus escenarios y planos, lo que calza perfectamente con la historia que se ha propuesto narrar.

Seguiremos desde acá, buceando a través de la mirada de las nuevas, singulares, escasas, y por qué no, a las ya famosas autoras del séptimo arte. De momento, démosle la bienvenida a Andrea Arnold.

Imágenes; Copyright © 2006 UK Film Council, Scottish Screen, Glasgow Film Office, BBC Films, Zoma Films, Verve Pictures, Sigma Films y Zentropa Entertainments5. Distribuida en España por Golem.

Vale la pena destacar la crítica que apareciera en el periódico 2o Minutos: http://www.20minutos.es/cine/cartelera/pelicula/29001/red-road/

¡¡¡La primaveraaaa!!!!

Hace unos días leí en El País un artículo de Manuel Vicent, titulado Cerezos. En él, comentaba la fiesta del hanami, que celebran en Japón ante la floración efímera y hermosa de los cerezos: "cuya belleza y brevedad constituye el símbolo de los días más felices de una vida". He pensado entonces, dedicarle una entrada a ese acontecimiento que es la llegada de la primavera. Solo viviendo en un país con cuatro estaciones, se puede experimentar, claramente, ese sentimiento de bienvenida a una de las estaciones más nobles y generosas del año.
Tengo grabado en la memoria, como si de un vídeo clip se tratase, la expresión de alegría ante tal cambio. Estaba de visita en Madrid, en uno de mis bares preferidos que queda en La Latina, La Taberna angosta. Y como buena turista me pido una cañita o un vermuth de grifo, y el barman "pincha" la canción de José Mercé , Primavera, palmeando y cantando con euforia. Nunca vi tanta alegría al cantar una canción, y aunque la letra es más bien romántica, su ritmo es alegría pura, por lo que es ya para mí un himno a esta estación: (puedes pinchar acá para escucharla) http://www.goear.com/listen.php?v=ea4e833
PRIMAVERA El límite de bien y mal yo no sé donde está y es que el deseo a mí me tiene desbocaaao instintos que siempre pueden conmigo llegan hasta provocar que yo me sienta derrumbaaao Serenidad que busco y no la encuentrooo y viene la ansiedad, con ella el mieeedo Instintos que siempre pueden conmigo y que la sociedad los ve pecaaaao La primaveraaaa ¡la primavera ya llegó! la primaveraaaa La primavera en mi balcón para decirme que estaba soñando yo Lamento no dejarles un delicado haikú o la Primavera de Vivaldi, la salida del sol, la floración y reverdecimiento de las plantas, solo me provocan cantar tan eufórica como aquel barman de Madrid: La primaveraaaa, ¡la primavera ya llegó!

domingo, 23 de marzo de 2008

Dad la bienvenida al blog 'Osbobolongos'

Como un ágora que pretende avivar el fuego del pensamiento, se presenta el blog de dos personas muy cercanas a mí: Álvaro y David. Republicanos convencidos, críticos de los gobiernos y de la historia, han creado Osbobolongos como una palestra en la que la política, la historia y la debilidad por el cine se entrecruzan en un blog a cuatro manos. En su reciente entrega encontramos una visión crítica de la historia reciente de Europa y una incendiaria visión de las declaraciones, de algunos políticos, acerca de las bondades que ha dejado la guerra de Irak. Desde Obama, Sarkozy, Busch, Spitzer hasta entrevistas con la cantante y actriz Bebe, Federico Luppi, entre otros, podremos disfrutar de este par de "bobolongos" en sus entregas heterodoxas.

Diálogos con la memoria

La memoria trabaja con la misma lógica oblicua y rebelde de los sueños.
Sergio Pitol
. Esta entrada quizá resulte caótica un tanto atropellada, porque el hilo conductor se me pierde a ratos, pero las ganas de escribir me superan, y dejo de lado -lo siento de verdad- esa unidad que reclama un texto para que no se vuelva divagación.
Las vacaciones de Semana Santa ha interrumpido mi ritmo, pero mi cabeza estaba cada tanto pensando en las nuevas entregas del blog. Entre todo ello, ha pasado algo inesperado, entro en la página del blog de mi amiga Lucía y encuentro una nueva entrada, en la que ella, abiertamente, se une a mi serie de Espejos de la memoria. María Zambrano es la protagonista de la nueva entrada de Mapachito Violento. Lo inesperado, ha sido el diálogo que se ha establecido entre ambos blog, y lo celebro, continuando dicho diálogo. El Arte de la fuga, (Barcelona, Anagrama, 1996) del escritor mexicano Sergio Pitol, es un libro que también ha viajado conmigo hacia todos mis destinos, libro en el que la memoria, la crónica y los pequeños homenajes son el eje narrativo éste.
Ha sido inevitable que quisiese también compartir, a manera de diálogo, la vívida y magistral descripción de María Zambrano, que hace Pitol, al verla por primera vez en una trattoría de Roma: "Por las noches, cenaba en la trattoría vecina, la de Pietro, un calabrés que detestaba la bohemia, la bulla juvenil, las ideas extremistas... Allí encontraba a María Zambrano y a Araceli Zambrano, a algunos literatos, periodistas y cineastas importantes, aunque pocas veces a los famosos, porque el lugar era más bien modesto. La figura central era María, quien, de hecho, había convertido la trattoría en su salón. En torno a ella se sentaban hispanistas destacados, algunos intelectuales, y visitantes españoles o latinoamericanos de paso por Roma. Cuando llegaba el grupo de españoles jóvenes, María se crecía. Les hablaba de su juventud republicana, de su maestro Ortega, de los escritores de su generación, de la guerra civil, de la derrota y el exilio. Se convertía entonces en un personaje trágico: Hécuba, Casandra y, por supuesto, Antígona. Envuelta en el humo de su cigarrillo mirando hacia lo alto, escanciaba las palabras, como si un espíritu superior visitara su cuerpo, se posesionara de ella y utilizara su boca para expresarse. No levantaba la voz, hablaba como en trance, aspiraba el cigarrillo, hacía una pausa para expirar el humo y en ese momento, antes de iniciar la siguiente frase, la atmósfera se cargaba de una intensidad casi intolerable; los jóvenes españoles parecían recorridos por una electricidad sagrada, y yo con ellos, y el restaurante entero, comprendieran o no el español los comensales. No le gustaba cerrar en un momento de pathos. Una vez logrado, pasaba, como si nada, a relatar anécdotas sobre Cernuda, o de Lezama Lima, o de Prados, con quien mantenía una cerrada correspondencia... Yo a veces no podía resistir tanta intensidad, salía de allí con fiebre y pasaba algunos días enfermo en la pensión donde vivía". Este retrato de una época y de un personaje ha sido inolvidable para mí, como también lo ha sido, el capítulo con el que cierra el libro, Viaje a Chiapas, a cerca del alzamiento zapatista, que tuvo lugar en San Cristobal de las Casas, en 1994, una crónica cercana a ese momento particular, en la que incluye un trozo de ese impresionante discurso, o comunicado que hiciese en momento el Subcomandante Insurgente Marcos. Imposible no emocionarse a través de los ojos de Pitol, gracias a su sensibilidad y, claro está, magistral escritura.

viernes, 14 de marzo de 2008

Espejos en la memoria: 1- Olga Orozco

Lo demás aún se cumple en el olvido Olga Orozco
Los amigos que han emigrado a alguna parte del mundo siempre comentan ese, a veces, terrible ejercicio “Zen” de ir dejando cosas y tomar las esenciales.
A veces nos equivocamos. En ésta, mi segunda mudanza, mi biblioteca ha ido mermando y pienso en libros que quiero recuperar pero otros, por buenos que sean, no volveré a leer. La vieja pregunta de ¿qué te llevarías a una isla desierta…? se cumple en cierta forma acá. Hay un libro, que desde que me lo regalaron lo llevo conmigo, una antología de la poeta argentina Olga Orozco (1920- 1999), Relámpagos de lo invisible (1997, Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires). Sus poemas estuvieron presentes en casi todos los talleres que impartí, Remo contra la noche, mi preferido, quizá se erige, terriblemente como una revelación de la fatalidad y el destino.
El blog, que en un principio buscaba rabiosamente una identidad, poco a poco comienza a encontrarla, y la Coixet, Lucía, Concha Michel y ahora Olga, me van hablando de una decantación hacia lo femenino, me pide a voces, también, reflexiones feministas como autoafirmación y búsqueda de una reivindicación de derechos aún por conquistar. Por supuesto, los creadores y pensadores siempre estarán acompañándonos, os queremos y también necesitamos.
El libro contiene fotos en la que aparece ella en distintas etapas de su vida, siendo entrañable, ésta en la que la poeta aparece ataviada como una exótica reina mora dentro de la imponente arquitectura de la Alhambra. Había que traer a Olga de vuelta.
Con ello doy inicio a la idea, de una Serie de entradas compuesta por poemas, pinturas o fotos, en las que las artistas se presentan ante el mundo, en una suerte de autorretrato y/o autobiografía. Es por ello, que he escogido otro poema (y no el mencionado arriba) con que acompañar esta nota. OLGA OROZCO
Yo, Olga Orozco, desde tu corazón digo a todos que muero.
Amé la soledad, la heroica perduración de toda fe,
el ocio donde crecen animales extraños y plantas fabulosas,
la sombra de un gran tiempo que pasó entre misterios y entre alucinaciones,
y también el pequeño temblor de las bujías en el anochecer.
Mi historia está en mis manos y en las manos con que otros las tatuaron.
De mi estadía quedan las magias y los ritos,
Unas fechas gastadas por el soplo de un despiadado amor,
La humareda distante de la casa donde nunca estuvimos,
Y unos gestos dispersos entre los gestos de otros que no me conocieron.
Lo demás aún se cumple en el olvido,
Aún labra la desdicha en el rostro de aquella que se buscaba en mí
igual que en un espejo de sonrientes praderas,
y a la que tú verás extrañamente ajena:
mi propia aparecida condenada a mi forma de este mundo.
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Ella hubiera querido guardarme en el desdén o en el orgullo,
en un último instante fulmíneo como un rayo,
no en el tumulto incierto donde alzo todavía la voz ronca y llorada
entre los remolinos de tu corazón.
No. Esta muerte no tiene descanso ni grandeza.
No puedo estar mirándola por primera vez durante tanto tiempo.
Pero debo seguir muriendo hasta tu muerte
porque soy tu testigo ante una ley más honda y más oscura
que los cambiantes sueños, allá, donde escribimos la sentencia:
"Ellos han muerto ya. Se habían elegido por castigo y perdón, por cielo y por infierno.
Son ahora una mancha de humedad en las paredes del primer aposento".

miércoles, 12 de marzo de 2008

Entre dos tierras (una gota y el océano)

Título: A contra corriente
Héctor Reyes vive en la ciudad de Madrid y, desde hace muchos años, se dedica al diseño gráfico. Compartimos una afición profunda por la fotografía, el cocinar para los amigos, y me es inevitable mencionar nuestra inexplicable fascinación por la canción: Entre dos tierras de Héroes del silencio, la cual hicimos el himno oficial, de la oficina de redacción en la que trabajábamos.
Le he pedido algunas fotos para el blog. Ambas me atraparon por su misterio, quietud y esa forma tan particular de captar la instantaneidad, como la gota, casi ingrávida de la segunda, que anula de manera sorprendente el vértigo de la caída.
La primera foto es un paisaje de su bella Galicia, la cual conoce y retrata desde el fondo de sus mares hasta la hermosura de su superficie. Hay silencio soledad y placer, nada se interpone entre ese hombre y el mar, o simplemente, entre él y el placer de pescar.
La calma reposa con poderosa fuerza en ambas.
Título: Pequeña parte de mí.
Para ver el vídeo de Héroes del Silencio: http://www.youtube.com/watch?v=qrSYDvZQqHQ

martes, 11 de marzo de 2008

El trópico reposa en la luz

(Venez.: Cariaquito; Esp.: Bandera española; lantana) Estas florecitas adornaban el modesto jardín de mi abuela. Las he fotografiado en mi reciente visita a esa ciudad, Maturín, en la que mi infancia, vacaciones, calidez familiar, pero también aburrimiento, marcaron mi memoria. Después de un largo invierno en Bavaria, como si de una primera vez se tratase, mis ojos no podían creer en la maravillosa luz que me regaló Venezuela a mi llegada. Son colores únicos y el adjetivo de vibrante en el sentido literal y no metafórico se puede apreciar en ellos.

Poderosa Concha

© Tina Modotti
Mi amigo el poeta Daniel Molina es un curioso impenitente, y en mi pasada visita a Caracas me ha dado a conocer a la sorprendente Concha Michel (1889, Jalisco -1990 Michoacán). Es la joven de la foto, la cual se le recuerda como cantante y activista política, además, de haber sido dramaturga y una feminista férrea.
Nacida dentro de una familia de terratenientes, su fama de ingobernable le acompañó desde niña. Por ello, a los 7 años fue recluida en un convento. Poco duraría, organizó, nada menos que una quema de santos a la vez que planificaba una fuga de novicias.
Trabajó en las misiones culturales y a los 14 años se fue a recorrer el mundo, según reza el Catálogo bibliográfico de mujeres de México. Con 17 dólares recorrió 17 países, manteniéndose en cada ciudad, gracias a su guitarra y canciones: Nueva York, Francia y la Unión Soviética fueron algunos de sus destinos, influyendo grandemente éste último, en su rojo corazón, ya que estuvo cercana a muchos de sus líderes. La posrevolución espera en su país a Michel, ella lo recorre con sus corridos revolucionarios (y por tanto anticlericales), a la vez que iba compilando un cancionero indígena (que ninguna autoridad se ha interesado en publicar).
Dentro de su militancia en el Partido Comunista defendió el derecho de las mujeres a votar y ser votadas y, queda en su historia con orgullo que, fue expulsada del mismo a causa de sus ideas feministas: denunció que el partido tenía un programa incompleto porque defendían al proletariado, pero soslayaban las necesidades de las mujeres trabajadoras. Diego de Rivera, Frida Khalo, Tina Modotti, André Breton son algunos de los personajes que se entrecruzan en la vida de Concha.
Mi querido amigo Daniel me ha llevado entonces a conocer el sello: Winter & Winter, y es una fabulosa casualidad que su sede se encuentre en la ciudad que ahora vivo: Múnich y además, de que se encuentre en mi barrio, a unas pocas manzanas de casa. El sello lanzó en 2006 el Audiofilm The Roses, el cual representa todo un arduo e interesante trabajo de investigación y recopilación de las partituras de Concha. Interesante indagar en la página de estos magos, que son capaces de realizar recopilaciones singulares, de cualquier parte del mundo. No sólo editan música, sino también películas y libros, y como si fuera poco organizan exposiciones. La artista apostaba por el equilibrio de la dualidad femenina y masculina que nos acompaña. En la década de los ochenta firma, junto a otras ocho mujeres, un documento denominado La Dualidad, cuya propuesta consistía en un programa de acción mundial para que mujeres y hombres se incorporaran a una permanente lucha ideológica y afirmativa contra el autoritarismo patriarcal.
Para terminar, os dejo uno de sus poemas:
Mujer, Madre del Hombre.
Humillada hasta lo más profundo de tu ser.
Para el fraile eres la imagen del pecado;
para el político, instrumento de placer;
para el artista, quizás un tema estético y
para el sabio, un «caso» que no ha podido resolver…

lunes, 10 de marzo de 2008

Tropa Élite (Ganadora de la Berlinale 2008)

Tropa Elite (2007), realizada por el brasilero Jose Padilha, cuenta la historia de una fuerza policial especial, la BOPE, el mundo de las favelas y el precario equilibrio entre el sistema: policias que pactan con narcos, la a veces torpe "filantropía" de los niños ricos bien intencionados, etcétera. Para los que hemos nacido en Latinoamérica, esta realidad nos es, lastimosamente cercana. Una excelente historia, narrada con buen ritmo, un protagonista profundamente humano que no resta a los personajes que acompañan la historia. El director intenta no condenar a ninguno de los "bandos". Presenciamos la dureza que a diario estos policías se enfrentan, al mismo tiempo que vemos la corrupción desmedida en la suelen desenvolverse, y de qué manera están atrapados en un sistema perverso. Ser un héroe tiene su precio. Celebro también el inicio de la película, en la que por más de diez minutos no sabemos quién nos habla y quién es el protagonista de la historia. En algún momento, su narrador nos dice algo como: El sistema no está hecho para servir a los ciudadanos, está hecho para servirse a sí mismo.

Un mapachito que ronda

Quiero destacar el blog de mi querida amiga Lucía, que ha sido un poco, sin saberlo, impulsora de éste. Sé que no es gran cosa para muchos (el que yo comience por 2da. vez un blog), pero en mí significa un impulso revitalizante.
¿De qué va su blog? Tiene un dejo de misterio (tal como su bella autora), de afortunada ironía y claro está, para quienes la conocemos, de una reflexiva y a veces visceral crítica. Su vena republicana ha saltado en su última edición.

París, te amo (un petit hommage à Isabel)

En 2006 una veintena de directores de cine se reunieron para realizar, cada uno, un corto alrededor de un título: Paris Je t´aime. Cabe destacar, además del de los hermanos Coen, el maravilloso corto de la directora española Isabel Coixet: Bastille. La directora, con su ya casi clásica premisa de la tragedia como desencadenante, impulsa la acción de sus personajes. Las respuestas o acciones que reclaman las situaciones límites, nunca serán fútiles, incluso las más pequeñas, las evasivas... Son un marco, sin duda alguna, para las acciones profundas ante la vida (si lo sabrán los clásicos, ¡Ah Sófocles!). En esta oportunidad una pareja madura, a punto de separarse es el comienzo de esta historia mínima en su forma (sobriedad, eficiencia, incluyendo una fina dosis de humor) e inmensa por su contenido. Ha sido capaz de abordar a plenitud el amor y su compromiso, sin caer en el edulcoramiento, una buena lección de veteranía y sensibilidad. En esta historia Isabel Coixet deja una puerta a la esperanza, que le da un dulce respiro al drama. Siento no encontrar un link en versión original subtitulada, y no esta grabación en screener de Youtube, que le resta belleza a la voz en off de su narrador y por ende a la historia. Puede verse en: http://www.youtube.com/watch?v=MV5KXO1roNU (P.D. para Bea, gracias por ser un motor que para la creación)